El aseo de la dentadura se realiza de arriba hacia abajo con movimientos circulares, para desprender el sarro. Debes evitar pastas que generen espuma para no provocar desespero en nuestros perros y evitar el riesgo de gingivitis. Además, existen en el mercado algunas con diferentes sabores especiales para los perros.
El sarro dental que se adhiere cerca de las encías y en el esmalte de los dientes son los responsables del mal aliento. La acumulación de este genera bacterias que inflaman la encía y puede acarrear, a largo plazo, una descalcificación de sus dientes. Una forma más simple de hacerlo, es frotar con una gasa empapada en agua y enróllala alrededor de tu dedo.
“¡Cuidado con sus orejas!”